Obama recibió las venas abiertas de América Latina, a manos de Chávez


Informe especial: Presidente Hugo Chávez Frías 1954-2013


En uno de los tantos encuentros de presidentes, el fallecido Presidente Hugo Chávez hizo recordar el expolio de América Latina, como de revivir a un olvidado escritor, Eduardo Galeano

Obama sorprendido del regalo de Chávez: un libro fundacional de expolio:Las venas abiertas de América Latina./
La noticia le dio diez mil vueltas al mundo. Obama recibe muy cauto, un libro de Hugo Chávez, y este aprovecha el momento para congraciarse con el flemático representante del imperio yanki. Nunca sabremos si Obama se dispuso después a leer el libro,además, en español: Las venas abiertas de América Latina, del escritor uruguayo, Eduardo Galeano. Lo que si sabemos y lo produjo el gesto del Presidente venezolano, fue una cauda de interés por parte de millones de lectores, en el mundo por saber qué decía ese libro, y de paso el autor revivir del ostracismo de los lectores: su olvido. 
Eduardo Galeano ha sido siempre un escritor en  el ala de la izquierda democrática. Salió al exilio cuando Uruguay entró en esa onda expansiva de las dictaduras del Cono Sur, y se fue con su discurso literario por medio mundo. Se afincó largo tiempo en Venezuela cuando Chávez no era Chávez, es decir, apenas despuntaba el futuro coronel, en la academia militar del fuerte Tiuna, en la Caracas mayamera y boyante del famoso cuatro cuarenta: cuando por un dólar estadounidense, se daban cuatro bolívares con cuarenta centavos. Era la llamada Venezuela Saudita de Carlos Andrés Pérez, a quién el joven coronel intentó años después un golpe de estado, y se despidió tras su fracaso golpista para irse a la cárcel diciendo: Por ahora. 
El coronel Hugo Chávez Frías durante su carcelazo estudió a Bolívar, su mentor político al que quiso revivir en su pensamiento integracionista continental. Revisó a  Marx, a Lenin, a todos los teóricos políticos e ideólogos de la izquierda y de pensamiento marxista. Después el presidente de la época, Rafael Caldera, lo ammistió, y el coronel Hugo Chávez Frías se va a su región natal Barinas y comienza a recorrer a pie, en canoa, en peroles como se dice a los carros viejos, a la profunda Venezuela del campo, de los ranchos caraqueños, de la miseria y el hambre, donde los petrodólares nunca se vieron invertidos. La recorrió durante largos tres años, y él como ningún otro venezolano podía llenarse la boca diciendo que él el futuro Presidente venezolano como dicen los políticos profesionales y marrulleros que el país les cabe en la cabeza. Hugo Chávez Frías con su talento político y su picardía allanerada podía decir no sólo que su Venezuela la llevaba en la cabeza sino también en la izquierda de su gran corazón generoso.
Cuando se presentó bajo su partido Movimiento Quinta República, a las elecciones presidenciales arrasó, y de pasó pulverizó a los grandes  partidos tradicionales: Acción Democrática y Copei, que desde entonces están sin norte político porque el naciente caudillo los desemascaró de la corrupción, y practicamente son pura nostalgia del pasado histórico de la famosa era de la Democracia Venezolana, del pacto de Punto Fijo, casi que una copia del Frente Nacional colombiano, donde los partidos se alternaban uno detrás de otro en cada período presidencial.
Se podrá estar de acuerdo o en contra del accionar político que lega Hugo Chávez Frías, pero definitivamene se erigió con dignidad de latinoamericano y trató de tú al mentado imperio yanki. Hasta Siempre Comandante Presidente, su recuerdo pervivirá en nuestros corazones, porque  el corazón está en la izquierda de nuestro pensamiento con su perenne recuerdo.

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